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EL ESTADO FASCIOCHAVISTA PROFUNDIZA LA GUERRA SUCIA COMO ESTRATEGIA ELECTORAL PARA MANTENERSRSE EN EL PODER.
Quien está perdiendo las elecciones es quien apela, con mayor frecuencia, a la guerra sucia. La guerra sucia es una estrategia valida en ese escenario, guerra sucia y confrontación radical al adversario a través de insultos de todo calibre, montajes de expedientes judiciales a opositores al régimen, compra de dirigentes nacionales y regionales de paridos contrario al regimen, así como profundizar el miedo y el chantaje al pueblo votante, como por ejemplo cuando el propio presidente saliente amenaza de que si pierde las elecciones del 07 de octubre de 2012 habrá guerra civil en Venezuela o que si gana el candidato Capriles todos los programas sociales serán eliminados y que también los empleados públicos que se han incorporado a la administración pública nacional durante esta última decada perderán sus empleos, todo ello forma parte de la estrategia de la guerra sucia, la cual impulsa y desarrolla el régimen fasciochavista con la utilización de miles de millones de dólares. También, este Estado fasciochavista utiliza el chantaje del apoyo obligado al partido de gobierno y a su comandante para poder obtener una casa, un trabajo o un crédito en la banca estatal. Bien, estamos en presencia del fascismo puro del siglo XXI, mejorado, refinado, el cual sabe utilizar muy bien el andamiaje de la estructura del Estado ty los recursos económicos multimillonarios para construir un régimen con todas las características del modelo fascista de Estado y con el disfraz de socialismo del siglo XXI, por lo tanto no podemos desesperarnos ni sorprendernos cuando el gobierno lanza una estrategia como ésta. Los ex gobernadores Didalco Bolívar, Jesús de Lima y el ex aspirante a la alcaldía de Caracas William Ojeda no serán los únicos instrumentos de esta guerra sucia, vendrán más personajes a realizar esta asquerosa tarea, los dueños de encuestadoras tarifados por el Estado fasciochavismo continuarán su labor de pretender confundir a los votantes venezolanos con la manipulación o realización de encuestas falsas, para ello la chequera que camina por América latina esta full de dinero, contratos a través de terceros y muchos beneficios más, así como también el lavado de expedientes que reposan en la fiscalía contra estos individuos. El gobierno tiene centenares de medios de comunicación los cuales sumados a medios privados comprados a punta de propaganda oficial tendrán la tarea de divulgar masivamente los detalles y eventos de esta estrategia. El Estado fasciochavista tiene mucho que perder : ya tiene su propia burguesía, la cual ha construido con sus agentes militares y civiles y en alianzas con las burguesías de otros países a través de convenios económicos administrados por estas oligarquías, fundamental papel juegan las burguesías brasileñas, argentinas, rusas y la casta del partido comunista chino. De esta forma, el fasciochavismo ha logrado conformar lo que se ha denominado la BOLIBURGUESIA. También está el caso de la corrupción administrativa donde están involucrados altísimos personeros del gobierno y sus familiares. Venezuela nunca en su historia republicana había conocido un gobierno tan corrupto como el de Hugo Chávez, por otro lado tenemos el narcotráfico, Venezuela, en el gobierno fasciochavista, se ha convertido en el país por el cual se trafica la mayor cantidad de drogas en el mundo y en esta actividad criminal, de lesa humanidad, están involucrados, según las agencias internacionales contra las drogas, altos jerarcas militares del gobierno fasciochavista. También encontramos en este escenario, a los altos funcionarios judiciales del Tribunal Supremo de Justicia quienes se han dedicado a legitimar todos los actos ilegales e inconstitucionales que el régimen ha venido adelantando para fortalecer el fasciochavismo del siglo XXI, encontramos a los altos funcionarios del Ministerio Público los cuales han utilizado a la fiscalía general de la nación como un instrumento para perseguir y acallar a las voces disidentes, es necesario señalar la alta traición a la patria al permitir la intromisión descarada del gobierno cubano en casi todas las esferas de la administración publica, así como también la firma de distintos contratos leoninos a los intereses nacionales.
A esta breve lista hay que sumarles los actos de crímenes políticos al tener más de 30 presos políticos por órdenes dadas hasta en cadena nacional por el propio jefe del fascismo del siglo XXI a la fiscalía general de la república. Sumemos rápidamente el hecho de que el régimen colocó a Venezuela como el feliz refugio de la narcoguerrilla colombiana las cuales controlan directamente la vida de muchísimos pueblos fronterizos con el visto bueno del alto mando militar. La organización de grupos paramilitares en la ciudad y el campo, los cuales son grupos civiles a quienes el fasciochavismo les ha facilitado armas y uniformes militares para controlar áreas urbanas y atacar a los opositores, estos grupos paramilitares han cometido centenares de crímenes, siempre contando con la protección del gobierno y sus instrumentos judiciales como el ministerio público. Sería muy larga la lista de delitos y crímenes de toda clase en los cuales están involucrados los dirigentes del fasciochavistas.
Lo señalado muy brevemente y a vuelo de pájaro, son suficientes causas o factores que obligan al fasciochavismo a NO PERDER EL PODER. La boliburguesia , los militares involucrados en toda clase de delitos, algunos de ellos solicitados por agencias policiales internacionales, los magistrados del TSJ, directores del ministerio público, negociantes y contratistas del gobierno que sirven de testaferro a los dirigentes seudo revolucionaros, quienes medran de la torta que reparte el régimen para consolidarse, los medios de comunicación privados que están con el régimen y han vendido sus principios del periodismo crítico al poder para lograr la multimillonaria torta de la propaganda oficial y de esta manera callar todas las tropelías del gobierno, hasta la delincuencia común que ha visto como la impunidad institucionalizada y dolarizada se ha convertido en su garantía para delinquir, todo ello y mucho más representan los factores objetivos y subjetivos (tal como diría Lenin) que justifican construir toda una estrategia sucia, inmoral y contra revolucionaria la cual tenga como fin último garantizar la estadía en el poder de esta delincuencia de cuello rojo que hoy gobierna a Venezuela y que con la gigantesca entrada de dólares por los altos precios petroleros pretenden comprar los votos del pueblo y arrodillar a la sociedad venezolana.
Por ello, lo sucedido con los personajes nombrados al inicio de este artículo no son hechos aislados, se corresponden con una estrategia bien definida. Ante ello, una de las estrategias para enfrentar dicha situación es profundizar el contacto directo con los votantes y la discusión abierta con el pueblo sobre sus problemas concretos tal como lo viene haciendo el candidato progresista Henrique Capriles, no distraerse en responder permanentemente a la guerra sucia, Vendrán otros William Ojeda, montajes de expedientes judiciales contra dirigentes opositores y muchas tácticas más con el único objetivo de NO PERDER EL PODER, porque, además, la dirigencia del fasciochavismo, comenzando por su comandante, se preguntan: que pasará con nosotros si perdemos el poder, nos enjuiciarán, pagaremos con cárcel nuestros delitos, si nos fugamos, en que país nos escondemos, si muchos de nosotros estamos buscados por organismos judiciales internacionales, perderemos toda la riqueza que hemos logrado levantar a punta de convertir al Estado en el instrumento de acumulación de capital, que pasara con mis millones de dólares. Los dirigentes del fasciochavismo, con su comandante a la cabeza, tienen toda la razón de hacer hasta lo imposible por no PERDER EL PODER, ellos saben lo que les espera.
FREDDY PEREZ