LA FASCISTIZACIÒN DEL PAÌS

Uno de los grandes objetivos del proyecto político del tte. coronel ha sido la fascistización del país, algo ajeno y distante a su cacareado "antiimperialismo yanqui", y su "revolución socialista". Se trata de un proyecto totalitario que pretende controlar la vida del ciudadano y que busca la sumisión de la razón a la voluntad del líder mesiánico del proceso.

La militarización de la sociedad venezolana ha sido una de las prioridades, es decir, convertir al país en un gran cuartel bajo el mando de un iletrado capitoste. Perversidad que no solo se refleja en cuanto a la cantidad de uniformados que ocupan posiciones claves de mando en el gobierno, sino en la imposición de un pensamiento-doctrina, propio de la institución castrense. Militarización que ha implicado la imposición de una mentalidad guerrerista (enemigo a aniquilar), de una forma de hablar (batallón, patrulla, misión), de sentir (odio por la diversidad de pensamiento) y de actuar del ciudadano (violencia como medio para dirimir diferencias políticas).

Otra de las esferas en donde ha ocurrido una deplorable fascistización ha sido el Poder Judicial. A través de sus juristas tarifados el comandante-presidente ha ejercido el control de los tribunales sugiriendo o modificando sentencias al margen de la inocencia del enjuiciado. Esto ha ocurrido gracias a la complicidad y celestinaje de la mayoría de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, de los jueces, así como de los fiscales del Ministerio Público.

La educación tampoco ha escapado de la villanía de la nefasta bota militar. Se han reestructurado determinados episodios de nuestra historia patria para adaptarlos al libreto neototalitario de la teología bolivariana y elaborado nuevos programas basados en una formación patriotera y militar. Además, se ha cercado económicamente a las Universidades Nacionales a fin de imponerles la visión facha y excluyente del proyecto.

A pesar de utilizar una demagogia anticapitalista e incluso de autodenominarse "socialistas", el sector obrero-sindical también ha sufrido las consecuencias de la fascistización. El régimen ha librado una lucha sin cuartel en contra de los sindicatos y de los dirigentes no afines a su proceso.  Igualmente, ha criminalizado la protesta sindical mediante el uso desmedido de la represión militar y encarcelamiento como medidas de escarmiento. Adicionalmente, ha conculcado el derecho a la huelga de los trabajadores.

Pero la fascistización de la sociedad venezolana se ha extendido incluso al deporte. El régimen dirige y fiscaliza a todas las Federaciones, Asociaciones, y clubes deportivos, incluido el Comité Olímpico Nacional. Las raíces ideológicas del proyecto del tte. coronel las encontramos en Lagardelle, Valois, Marinetti, Ceresole, y no precisamente en Marx, o Engels. La fascistización del país busca un control social de la población mediante la intimidación y la represión, como formas para eternizarse en el poder.