Izquierda gobiernera y felona.

La distinción entre izquierda y derecha se remonta a los tiempos de la Asamblea Nacional de la Revolución Francesa. A partir de esa fecha se estableció la contraposición entre los girondinos -sentados a la derecha- que defendía una estructura de privilegios, protegiendo iniquidades y posiciones de poder y los jacobinos -ubicados a la izquierda- que luchaban por cambios en pro de la igualdad, la justicia y la libertad. Consecuente con esa tradición histórica la izquierda venezolana ha empeñado sus mejores luchas en favor de los trabajadores, de los derechos humanos, en contra del militarismo reaccionario y opresor. 

Hoy lamentablemente un sector de esa izquierda irreverente y combativa del pasado, cierra filas en torno a un proyecto bonapartista de derecha encabezado por el tte. coronel. Es una izquierda gobiernera que pasó de ser una fuerza inserta en las luchas sociales de los desposeídos, a una defensora a ultranza de un proyecto militarista, excluyente, injusto y opresivo que promueve un capitalismo de Estado explotador. Que se olvidó de sus nobles luchas a favor de los derechos humanos y hoy se jacta de mantener relaciones fraternas con regímenes retrógrados y reaccionarios que imponen un moralismo medieval y que persiguen y asesinan a los militantes de izquierda en sus respectivos países. 

Es una izquierda mercantilizada y anémica ideológicamente que apela a los pobres, no para reivindicarlos social y económicamente, sino para conculcar sus inclinaciones electorales en favor de la camarilla gorilesca que desgobierna al país. Son los que hoy recurren la fuerza militar, a la represión para acallar las insatisfacciones y malestares de los trabajadores y de los sectores populares. Representan un séquito de adulantes carentes de principios ideológicos por los cuales luchar, pero si de intereses económico que defender. Son los eunucos políticos del siglo XXI que sustituyeron la critica por el discurso laudatorio.

Es una izquierda bastarda que la embriagó el poder, y que dejó en el camino sus principios y su ética. Son los antiguos paladines del "socialismo científico" que hoy disfrutan sin timidez alguna de “los encantos de la burguesía”, sin asumir ideológicamente su nueva posición reaccionaria. Seguramentela fetidez de la corrupción combinada con el ejercicio abusivo del poder, produjo en ellos una irresistible alquimia que les hizo olvidar todo el bagaje ideológico que en algún momento de su aciaga vida defendieron.

Una izquierda que se identifica y defiende el socialismo del siglo XXI, proyecto bonapartista burguésque no plantea la conformación de un nuevo bloque de poder antihegemónico, sino la sustitución de los "viejos actores" -la burguesía del pasado- por los nuevos "actores" -la boliburguesía-. La izquierda gobiernera del tte. coronel le dijo adiós a los ideales y sueños del pasado. Sustituyó el debate critico por el silencio cobarde, el cuestionamiento dialectico por el ordene comandante.